El tópico de la siesta

Afirma el periódico ‘Time’ en un artículo que puede consultarse en su web que en España es habitual que las jornadas comiencen a las 10 de la mañana y se interrumpan a las 2 de la tarde. A partir de ese momento, y tras la preceptiva comida, los españoles se echan una siesta «de tres horas», para regresar posteriormente a su puesto y finalizar su labor a las 8 de la tarde.

Pero ¿Qué hay de cierto en esto?

La realidad es muy diferente a los tópicos que tantas veces hemos escuchado.

El cine, la literatura o la televisión han ido imponiendo una serie de ideas preconcebidas sobre diversas culturas del mundo que se han aceptado como ciertas sin más. Así que terminamos por pensar que conocemos perfectamente un país sin ni siquiera haberlo visitado.

Para desmontar el tópico sobre la siesta y los españoles, la Fundación de Educación para la Salud del Hospital Clínico San Carlos junto con la Asociación Española de la Cama hizo, en 2009, el primer estudio sobre salud y descanso. Este informe, para el que se consultó a más de 3.000 personas, nos da algunos datos interesantes sobre esta costumbre que no lo es tanto en España, y viene bien para dar una imagen real contra la que se ofrece desde los medios extranjeros.

Por otro lado, debido a las altas temperaturas que suele haber en España a mediodía, especialmente en los meses de verano, realizar cualquier trabajo o desarrollar cualquier actividad ya sea mental o física sea una labor complicada. Es el llamado estrés térmico.

Como respuesta fisiológica a la actividad diaria, entre las 14.00 y las 16.00 horas, se produce una caída del estado de alerta. La mayoría de los negocios y tiendas cierran entre las 14.00 y las 16.00 porque no tiene sentido mantener los comercios abiertos a unas horas en las que las calles están desiertas y no hay posibles compradores. Esto hace que los horarios de apertura se extiendan en verano hasta las 22.00 o incluso más en algunas zonas del litoral español.

Un 60% de los encuestados asegura que nunca duerme siesta. Solo el 16,2% de los españoles se echa la siesta cada día. El 22%, a veces y el 3,2% solo los fines de semana.

Estos datos demuestran que la siesta no es algo tan arraigado a nuestra cultura como pudiera parecer, y desmonta un tópico que se extiende en el tiempo.